¡Buenos días! Seguimos con la segunda parte de los jardines de Aranjuez, (después del Jardín de la Isla) y nos quedamos alrededor del Palacio Real para ver los jardines palatinos y el parterre.
Hoy también me vuelvo a documentar en mis libros de cabecera que aparecen en la bibliografía y que cito en muchas líneas.

A- Palacio Real
B- Pradera
C- Parterre
D- Jardín del Rey
E- Jardín de la Reina

Junto al nuevo palacio mandado construir por Felipe II se proyectó la construcción de dos jardines palatinos, el del Rey y el de la Reina, aunque no se realizó más que uno de ellos, el del Rey, llevado a cabo por Juan de Herrera en 1577 y 1582. Éste se caracterizaba por el uso del ladrillo para formar los caminos y por las nueve pequeñas habitaciones, pensadas para gozar del jardín desde un sitio fresco y retirado. Así Felipe II pudo disfrutar de este jardín durante 15 años.
 
El Jardín del Rey es un ejemplo de modelo de “jardín cerrado” adornado con estatuas, síntesis de la herencia mudéjar y de las influencias renacentistas italianas, tan usual en los Palacios Reales españoles de los Austrias.
Más adelante Felipe IV dio a este jardín un carácter distinto mediante la sustitución de parte de este “grotte” por hornacinas y la colocación de un conjunto de estatuas y bustos, a la vez que variaba su textura al hacer empedrar los caminos con piedra de Colmenar y cuadro de guijos formando dibujos.
 
En 1724 empezaron las obras para la construcción del jardín del Parterre a la francesa de Felipe V, y en 1733 se decidió derribar la pared que cerraba el jardín del Rey, por lo que ambos jardines quedaron unidos.
 
En 1872 se llevó a cabo la transformación de este parterre dieciochesco según la “estética moderna”, tipo jardín paisajista-isabelino que hoy podemos ver, con caminos sinuosos formando isletas, platabandas en torno a los estanques y coníferas que ocultaban el palacio. Fue probablemente en ese momento cuando se recurrió a la solución de echar una capa de tierra sobre la superficie de toda esta zona, pues al elevar el nivel de la tierra, se ocultó el empedrado del jardín del Rey y el zócalo del palacio. A día de hoy el jardín del Rey vuelve a tener su piedra de colmenar y sus guijarros.
 

En una de las explanadas del palacio hace unos años se llevó a cabo una actuación diseñada por el estudio Land (uno de los profes de Batres curraba allí) y el resultado es esta composición de arbustos, gramíneas, aromáticas y rosales que hacen más atractivo este paseo y que no ocultan vista al palacio, aportando un poquito de color. ¿Qué os parece? ¿Algo sencillo y actual en contraste con algo clásico?

Os animo a que vayáis estos días de otoño, que la luz es preciosa..
¡Falta la tercera parte! (Jardín del Príncipe)
Un abrazo enorme a todos,
Isabel
 
Bibliografía:
Carmen Añón, Mónica Luengo, Ana Luengo. Tesoros de España. Jardines artísiticos. Espasa Calpe. 2000.
Ehrenfried Kluckert. Grandes jardines de Europa. Könemann
Oficina de Turismo de Aranjuez
 

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