Una escapada a Granada, un fin de semana, da para mucho en esta ciudad. Y más si te gustan los jardines. Seguro que has oído hablar de los cármenes del Albaicín y cómo no, de la maravillosa Alhambra, que es el monumento más visitado del mundo. Pues justo al lado de la Alhambra se puede visitar uno de los lugares más emblemáticos de Granada cuya arquitectura y construcciones en los jardines crean un conjunto artístico increíble que merece la pena conocer. Se trata de la Fundación Rodríguez Acosta y por fin me pude acercar para compartir con vosotros la visita.

Nos contaron que los cármenes son pequeños jardines que tienen su origen en las viñas de las casas de las afueras de la ciudad como huerto de deleite. Seguro que te suenan el Carmen de la Victoria o el Carmen de los Mártires. Pues este de la Fundación es uno de los más emblemáticos por ser de los más recientes y por su estilo arquitectónico, personal y modernista.

1. Patio del teatro
2. Terraza central
3. Estudio
4. Jardín de Baco
5. Criptopórtico
6. Patio de Venus
7. Galería subterránea
8. Templo de Psiquis
9. Área de descanso
10. Jardín bajo
11. Paseo funerario
12. Museo

Este lugar se construyó por encargo de Jose María Rodríguez Acosta, pintor de familia adinerada dedicada a los negocios financieros. En un momento de crisis artística dedicó varios años a la construcción de este conjunto de edificios y de sus jardines para crear  su lugar de trabajo y estudios para desarrollar su a obra plástica.

El edificio se ve desde la ciudad de Granada y destaca bastante por el contraste de los cipreses con el blanco de la construcción. De hecho, también se conoce popularmente como el «carmen blanco». Al final de la publicación he puesto el plano para llegar desde Granada por el Campo del Príncipe (una plaza con un montón de bares donde se come y tapea muy bien), desde el centro de Granada o desde la Alhambra, atravesando el bosque o desde el aparcamiento del recinto. Espero que os sea útil, que disfrutéis de las fotos y que podáis visitarlo en persona.

La visita comienza en la parte alta, por la puerta del Callejón Niño del Rollo 8, y se accede al Patio del Teatro  y seguidamente se banal las escaleras hasta el jardín de Baco, que se conecta visualmente con el Jardín de Venus, haciendo referencia a los masculino y femenino del jardín. Los juegos con ejes ortogonales en todo el jardín son fantásticos.

Desde el Patio de Venus, foto de arriba, se puede acceder a las galerías subterráneas  las cuales se baraja la posibilidad de que estuvieran conectadas con la Alhambra como vía de escape o de acceso. Es sólo una hipótesis y no está probado. Los túneles en roca viva las revistió con arcos y capiteles en blanco José María Rodríguez Acosta para que fueran en consonancia con el resto de la obra y para que fueran un lugar más apetecible. Las galerías no desembocan en ningún lugar, están cerradas.

A continuación se desciende al Jardín Bajo, con una bonita logia con vistas a la ciudad, que es de los elementos que más me gustó.