Otro de los jardines poco conocidos por los madrileños es el parque de la Quinta de los Molinos. Y aprovechando que ayer hizo sol, metí a mi madre en el coche y me la llevé a dar un paseo entre flores de almendros. Le encantó.

 

 
 
 
 


Recuerdo la primera vez que estuve, con mis compañeros de Batres en clase de plantas ornamentales. ¡Un saludo a todos!


El parque se encuentra en la calle Alcalá, estación de metro Suances. El acceso es gratuito. Se puede entrar por el paso de carruajes de la fotos o por una entrada más adelante que ha habilitado el ayuntamiento. Desde el momento en que cruzas la entrada te da la sensación de estar muy lejos de la ciudad, te transportas al campo!

 

El Parque de la Quinta de los Molinos fue en su origen una finca privada perteneciente al arquitecto alicantino Don César Cort Botí. El núcleo central de la finca fue el entorno del Palacete y la zona situada al norte del camino de Trancos, donada como regalo del conde de Torrearias al señor Cort en 1920. A partir de ahí, fue ampliando su superficie mediante diversas adquisiciones hasta los años 70 en los que se llegó a alcanzar las 28,6 hectáreas de superficie.

 

 
 
 
 


El objetivo de Don César Cort fue recrear una finca de aspecto parecido a su lugar de origen, es decir, una finca agrícola del litoral mediterráneo, de ahí la presencia de los cuadros de almendros, olivos, pinos halepensis y diversos elementos arquitectónicos como los Molinos. (por cierto no hice ninguna foto..)

 
 
 
 


El agua para regar la finca era extraída, mediante los citados molinos de viento, de pozos y manantiales subterráneos y después almacenada en albercas, que también tenía una función decorativa. Por esta finca circulaban dos modestos arroyos: el de Trancos al norte, y el de la Quinta al sur.

 
 

En 1925 se inició la construcción del Palacete con la marcada influencia de la llamada Secesión Vienesa, y en especial, de la obra de Hoffman. También por estas fechas fechas se realizó la casa del Reloj, actualmente en rehabilitación, y otras dependencias de origen agrícola.

 
 
 
Don César Cort muere en 1978, llegando los herederos aun acuerdo con el Ayuntamiento de Madrid en 1982 por el cual 21 hectáreas de la finca pasan a ser zona verde de uso público y las 7 hectáreas restantes se destinan a la construcción de viviendas.
 
 

Os animo a que vayáis en la época de floración de los almendros, pues la luz es especial. Si no llegáis a verlos en flor podréis disfrutar de los lilos, muy abundantes en el jardín, que en unas semanas comenzarán a florecer.. igual que en el jardín de El Capricho. Así que ya tenéis plan primaveral, si nos deja el tiempo..
 
¡Un saludo!

Edito: puedes ver una entrada más reciente de la Quinta aquí.
 
 

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