La semana que viene se celebra el festival de la Royal Horticultural Society (RHS) en los jardines del Palacio de Hampton Court. Es uno de los Flower Shows más importantes junto con el de Chelsea, que vimos hace unas semanas, y aunque no podré asistir al festival, creo que es un buen momento para conocer sus jardines. El garden tour que hice en el mes de abril y las fotos se ambientan en plena primavera, espero que os gusten.

Hampton Court es una localidad histórica a las afueras de Londres, a unos 35 km, y tiene un carácter aristócrata y elegante, herencia del tiempo que fue residencia real en el siglo XVIII. Dentro del recinto del palacio podemos recorrer varios jardines muy bien conectados entre sí y a la vez muy diferenciados y de distinto estilo. Voy a dividir la visita en dos entradas o posts para que no se haga muy larga. A ver si lo explico bien para que no os perdáis por el jardín ;D

El origen de este palacio y sus jardines se remonta al siglo XVI, cuando Enrique VIII compró las tierras al Cardenal Wolsey, que se estaba haciendo su residencia y sus jardines de estilo renacentista. Poco a poco se fueron ampliando y finalmente, durante el siglo XVII, en el reinado de Carlos II, se fueron definiendo los jardines bajo la dirección de los paisajistas  George London y Henry Wise, con clara influencia de la jardinería francesa y los dictados de Le Nôtre. Pero no fue hasta el año 1689 cuando se terminaron definitivamente el palacio y sus jardines, ya que el rey Guillermo III fijó allí su residencia permanente. El arquitecto Christopher Wren terminó el edificio estilo Tudor y Daniel Marot se encargó del Parterre lateral (el que veremos el próximo día).

Por tanto se sitúa en la época barroca, periodo influido por los jardines franceses que a su vez se habían inspirado en los italianos renacentistas. La orografía inglesa permitía incorporar grandes ejes con perspectiva infinita que marcaba el país vecino y que heredaba de los renacentistas, y también facilitaba los diseños de parterres, aunque en el caso de Hampton Court se hizo rehundido en una colina modificada. En estos jardines  se pueden reconocer e identificar muchas características barrocas:
– Estanques-espejo que reflejaban las edificaciones y aportan una nueva óptica.
– Elementos de topiaria, cuyas sombras también crean figuras interesantes.
– Parterres de flor y con dibujos, en primer término, para poder apreciarlos desde el palacio.
– Bosquetes cruzados por ejes.
– Ejes longitudinales con perspectiva infinita
– Canales de agua y fuentes o surtidores.
– Forzado de la naturaleza con bosquetes.
– El palacio como elemento principal.
– Dominio visual desde el palacio

También se aprecian vestigios de jardín medieval por la presencia de muros que delimitan cada jardín, pero lo veremos más al detalle en el próximo post.

¿Qué más características añadiríais vosotros?

Aquí el plano de los jardines en PDF.

Empezamos la visita realizando el recorrido que marca el plano. Entramos por el Jardín de Rosas Rose Garden, que todavía estaba sin flor. En cualquier rincón había composiciones de flor ideales y muy coloridas. Los ingleses son los mejores en estas combinaciones.
 
Chaenomeles speciosa o membrillero del Japón en espaldera  â™¥
 
Después de atravesar el Rose Garden, dejamos a un lado la cafetería y llegamos a la zona más silvestre o salvaje, en inglés The Wilderness, donde se intenta reproducir un bosque natural atravesado por senderos. Este podría ser el germen del jardín paisajista inglés, de aspecto bucólico y donde la corte representaba escenas pastoriles (jaja me hace mucha gracia imaginarme esto), costumbre heredada de los jardines franceses.
El laberinto de Hampton Court «The Maze» es muy conocido por lo bien cuidado que está. Yo no entré. Estaba lleno de gente y en mi jornada maratoniana de jardín no podía perder mucho tiempo. La entrada se cobra aparte de la entrada general.

Por esta puerta lateral se puede acceder a un parque Bushy Park del que os hablaré dentro de unos días. La localidad de Hampton Court es como Aranjuez, donde la antigua residencia real marcó la arquitectura y los espacios, y donde hay muchos jardines que ver, como el Jardín de la Isla o el del Príncipe.

Esta trepadora que cubría la pérgola en realidad es un árbol llamado Laburnum, que puede dirigirse para cubrir estructuras o crecer en espaldera. Es una planta bastante tóxica. A mí me recuerda a una mezcla entre la flor de la Robinia pseudoacacia y la de la Wisteria sinenis, pero en amarillo. Unos días después debía de estar espectacular. En la web del jardín hay una foto preciosa.

 
Cruzando un muro, como si cambiáramos de época y de lugar, llegamos a los jardines del lado este, el gran jardín semicircular rematado con un canal semicircular y atravesado por tres ejes radiales, uno de los cuales se convierte en el gran canal de agua de 1 km. Si os dais cuenta entre estos ejes no hay bosquetes, como en el jardín francés, sino pradera inglesa. El bosquete se quedó en The Wilderness, el jardín silvestre o salvaje que acabamos de ver. En este semicírculo, que encaja y corona a la perfección la línea del eje de la edificación principal, se distribuyen trece estanques circulares. Es lo que se conoce como Great Fountain Garden o el Jardín de la Gran Fuente. Las dos imágenes siguientes son del libro de Fariello que cito en el bibliografía.
Creo que al editar las fotos puse que eran tejos Taxus baccata, pero luego me he acordado y he confirmado que son conos de Cupressus,  centenarios por supuesto. Su presencia es imponente.
Similitudes en época y trazado también encontraríamos con los  Jardines de la Granja de San Ildefonso, uno de los que más me gusta de España. (Tendría que volver a hacer fotos porque esa entrada se ha quedado con muy poca calidad y no reflejan la belleza de esos jardines.)
Y hasta aquí la primera parte de Hampton Court. No sé dónde pondrán el Flower Show, pero en cualquier caso seguro que es una maravilla de escenario. Espero que os esté gustando este jardín.

Para llegar a Hampton Court lo mejor es coger el tren en Waterloo Station en el centro de Londres y bajarse en la parada de Hampton Court. El jardín está pasado el puente que cruza el río Támesis. En la página del Palacio dan más indicaciones para ir en coche etc. Yo fui con la bici en el tren y allí la dejé aparcada en la entrada del palacio. Después fui en bici a  Bushy Park, que veremos más adelante.

La entrada a los jardines  cuesta 5,72 £  que incluye un donativo de una libra para la restauración del Privy Garden.

Continuará en la segunda parte con el Privy Garden y más sorpresas.

¡Muchas gracias por vuestros comentarios!

Bibliografía

FARIELLO, Francesco. La arquitectura de los jardines. De la Antigüedad al siglo XX. Editorial Reverté. Barcelona, 2004.
KLUCKERT, Ehrenfried. Grandes Jardines de Europa. Könemann. Tandem Verlag GmbH. 2005
BARIDON, Michel  Los Jardines: Islam, Edad Media, Renacimiento, Barroco.  Abada Editores. Madrid. 2005

Hampton Court is one of the most important classical gardens in England and next week there is  going to celebrate the RHS Hampton Court Palace Flower Show, so, although I visited it in last  april, in spring, I thought it was a good moment to enjoy the  gardentour. It is quite long so it is divided in two posts. Hope you enjoy it!

Henry VIII bought the area to the cardinal Wolsey that was  starting to build his house and  reinassance  gardens, but years  after was finished by Charles II. His garden designers George London and Henry Wise made a french  baroque  and medieval influenced «knot garden», with  long  canals, topiary and private gardens in 1689.

It is one of the gardens I have enjoyed more lately!

barrocogarden tourprimaveraS.XVIIUK

Comments are disabled.