Este verano he estado en Mallorca y lo primero que hice fue visitar los jardines de  Alfabia. Están en Buñola, un pueblo en la sierra de Alfabia por el que pasa el ferrocarril que une Palma y Sóller. El nombre viene del árabe “tinaja”, puesto que recoge las aguas de las montañas que lo rodean, y sus jardines son el reflejo del arte de saber utilizar con gran maestría cada gota de agua. Cuatros siglos de influencia árabe dejaron en la arquitectura y paisajismo mallorquín un gran legado que es especialmente evidente en este lugar.
 

 

Cuando accedes a la finca se pasa por una avenida arbolada de plátanos centenarios que conducen hasta la casa. Desde ese momento sabes que ese lugar es especial y que tiene mucho que contar… ¿Os venís conmigo?

 

La entrada a la finca se realiza por el lateral de la finca; dejamos la entrada principal a la derecha y subimos una rampa escalera de palmeras datileras, que sustituyeron la anterior plantación de Plátanos.
¡Cada fachada es una obra de arte!

 

 

 

 

 

A pesar de que parte del jardín fue remodelado en el siglo XVIII el elemento más llamativo es el corredor de surtidores cubierto por una estructura metálica, apoyada en columnas de piedra y cubierta por plantas trepadoras como bignonia o pandorea, campsis y glicinia. A lo largo del corredor hay veinticuatro hidras de piedra, como piñas de piedra, repletas de surtidores que refrescan el ambiente. Seguramente se añadieron en el siglo XVIII inspirados en la tradición italiana renacentista. Los surtidores se abastecen del agua que se recoge en el aljibe que hay en la parte alta de la finca, y cuya diferencia de altura hace posible el juego de agua.
 
 
Los sistemas de nebulizadores que se ponen ahora en las terrazas y los parques ya estaban inventados hace mucho jajaja
 
Y parece que han podado un poquito ¿no? esta foto es de una web de Mallorca   y no tiene nada que ver con las mías de este mes de septiembre.. ¡menos mal que estaba nublado!
 
Estos jardines organizados en paratas y huertos escalonados fueron alterados con posteriores restauraciones en los siglos XVII y XVIII, e incluso en el XIX. Más allá de la zona de huerta podemos encontrar el jardín situado en la zona posterior de la vivienda: un jardín sin simetrías, con aminos sinuosos y vegetación impresionante, con variedad de plantas ornamentales, grandes árboles y una buena colección de arbustos y palmeras, alrededor de un estanque y canales de agua que recorren todo el jardín…
 
   
 
 
Me gustaría poder hacer la entradas un poco más cortas pero en estos casos me resulta realmente difícil descartar fotos! Así que el miércoles os pongo la segunda parte de los jardines, la más ornamental (aquí la podéis ver). ¡Os dejo un adelanto!
 
 
 

 

¡Besos!
Bibliografía
 
The Garden Book Editorial Phaidon Press Limited. Londres. 2000

 

Carmen Añón, Mónica Luengo y Ana Luengo: Tesoros de España. Jardines Artísticos. de la Editorial Espasa Calpe. Madrid. 2000
 
 
 

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