Y seguimos con Italia. Villa Lante se encuentra en un pueblecito llamado Bagnaia, a tan sólo 15 km de Bomarzo, en las cercanías de Viterbo y Roma, y al estar tan próximos ambos jardines se puede descifrar una pequeña insinuación en Villa Lante hacia Bomarzo. Os recomiendo visitarlo en verano pues es especialmente fresco, y ahora veréis porqué..

Villa Lante es uno de los más bellos y mejores ejemplos de la arquitectura renacentista italiana, y de los que mejor han conservado su forma originaria. La historia de la construcción se remonta al año 1477, ideado como palacio o casa señorial y cien años más tarde se transformó en una villa bajo la dirección de Giacomo Barozzi de Vignola. Éste había remodelado hacía poco la Villa Caprarola, a sólo 15 kilómetros de distancia. Las instalaciones se completaron definitivamente entre 1585 y 159o, y pasó a ser de la familia Lante en 1656.
La coordenada central de los jardines la constituye un eje de agua que se compone de los siguientes elementos: la fuente del Delfín, la escalera de agua, la fuente de los Gigantes y la Fontana di Quadratto, también llamada fuente Mora o Fontana delle Peschieri. Entre la escalera de agua y esta última fuente se encuentra una nueva curiosidad, la llamada Mesa del Cardenal, que presenta un reguero de agua en su eje longitudinal.
  1. Fuente Mora
  2. Casino de Montalto
  3. Gruta de Venus
  4. Gruta de Neptuno
  5. Fuente de las grutas o de la Claridad
  6. Mesa del Cardenal
  7. Fuente de los Gigantes
  8. Escalera de agua
  9. Fuente de los Delfines
  10. Pabellones de las Musas
  11. Fuente del Diluvio
El parterre principal con la Fuente Mora, situada en el centro de la alberca, se encuentra delimitado por compartimentos que han sido modificados a lo largo del tiempo. Actualmente, aparecen plantados a la manera barroca, con pequeños setos de boj que forman figuras geométricas.
En la parte trasera de los casinos el jardín continúa con más fuentes y elegantes corrientes de agua. Destaca la fuente del Delfín, que se comunica con la Fuente de los Gigantes a través de unas preciosas escaleras. Estos juegos de agua, que ya forman parte del manierismo, así como las grutas y los bosques provocan la fascinación del jardín. La fuente está provista de una artística escalera de agua compuesta por volutas entrelazadas. Esta estructura se asemeja a la espalda de un cangrejo, en alusión al animal heráldico del Cardenal Gambara, en italiano gambero.
Aquello que distingue al jardín de la Villa Lante con todos los demás jardines romanos y del Lacio es su abundancia de agua y su proximidad a los bosques naturales. El trazado constituye un ejemplo de la simbiosis entre el paisaje natural y el paisaje cultural, entre el bosque y el jardín: un rasgo característico del tránsito hacia el jardín barroco. También se hace patente el hecho de que el jardín ya no se concibe como una construcción arquitectónica. La disposición equilibrada de la ladera no requería la instalación masiva de terrazas: las escaleras, las balaustradas y las fuentes se consideraron a partir de ese momento atributos del paisaje del jardín y marco arquitectónico para las esculturas del jardín. Así se manifiesta el tránsito, decisivo para el arte barroco de la jardinería, hacia el jardín de esculturas.

Por tanto, el jardín de la Villa Lante no resulta fácil de clasificar y su encanto radica probablemente en ello. Se alejó del típico jardín renacentista sobre todo en su fusión de naturaleza y cultura. Tampoco se puede considerar manierista pues el parterre geométrico lo contradice «lo extraño» como requisito. No obstante, muestra una cierta orientación hacia el manierismo: el camino que parte del mundo ordenado del parterre y atraviesa la escalera de agua hasta llegar a la fuente de los Gigantes indica, en sentido, figurado, el camino desde Bagnaia a Bomarzo…
Y para terminar os quería mostrar una adaptación de la famosa mesa de esta villa en un jardín en málaga, en Monda, que aunque no circule el agua por ella, es estupenda para poner la bebida con hielos o la fruta o para meter los deditos y refrescarse.. lo clásico también es práctico y actual..
¡Que tengáis una buena vuelta de vacaciones y hasta pronto!
Fuente: Ehrenfried Kluckert «Grandes Jardines de Europa» Könemann

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