Sin duda lo que más me llamó la atención de los jardines de Kensignton fue la parte más cercana al palacio, la más formal y cuidada. No te vayas sin entrar en este túnel de parras tilos ni dejes de atravesar el bosque de hayas que hay frente a la residencia de los Duques de Cambridge. Imprescindible.
Al este del palacio de Kensington se encuentra el jardín hundido, The Sunken Garden, un hermoso jardín creado en 1909 y con base en un jardín de Tudor en Hampton Court. Fue diseñado bajo la influencia del entusiasmo del «Arts and Crafts» y de los jardines «formales» de Inglaterra.
Frente a esta puerta de hierro que dan la entrada al Palacio de Kensington se depositaron muchísimas flores los días sucesivos a la muerte de la Princesa Diana, el 5 de septiembre de 1997, y cada año en la misma fecha se repite la misma imagen, en menor escala.
El Sunken Garden se encuentra frente al palacio y se puede acceder por una rampa curvilínea, también llamada Wiggly Walk, que soluciona el desnivel que hay entre el emparrado y el palacio. Es bastante reciente (no sé la fecha) y la elección de hayas para crear esa masa uniforme y sinuosa me parece un acierto. A la gente le encanta hacerse fotos entre medias de las hayas. Por suerte es una zona del jardín con poca afluencia. Al subir este camino encontramos la Orangery, que como os comenté, es ahora un restaurante y cafetería.
En la foto aérea superior se puede ver el antiguo trazado de esta zona de los jardines. No estaba la masa de hayas del Wiggly Walk ni el paseo rectilíneo con tejos piramidales en dirección al estanque. No lo conocí entonces pero ahora me gusta mucho.
El Sunken Garden se organiza alrededor de un estanque central rectangular de 45 metros y de manera concéntrica y simétrica se alternan unos parterres de plantas herbáceas (las de la foto que están sin flor creo que eran Erysimum para que florezcan en primavera) con parterres de césped. Mientras que de manera perimetral las plantas eran las de un clásico «mixed border» imglés, es decir, con variedades de vivaces, perennes, anuales, de diferentes alturas y con multitud de colores y texturas. Había desde Verbena bonariensis, rosas, Phlomis herbáceos, e incluso aromáticas como la Santolina.
Este túnel de verdor de tilos me pareció una maravilla. Qué fácil y qué solución tan barata para construirnos nosotros mismos un emparrado o un lugar fresquito en verano y muy íntimo. Me lo apunto.
Y aquí termina el garden tour de Kensington Gardens (
parte 1 y
parte 2-Italian Gardens). Espero que os haya gustado y que lo podáis visitar la próxima vez que vayáis a Londres, creo que merece la pena.
También puedes ver el post que hice de este mismo
Sunken Garden cuando había florecido unos meses después
en este enlace.
¡Saludos!