Uno de los mayores retos que me suelo encontrar como paisajista es la transformación de espacios urbanos de materiales fríos, duros y con limitaciones de peso y de obra en bonitos jardines y espacios agradables. Así que cuando me puse a diseñar la propuesta para este patio de cien metros cuadrados situado en una céntrica calle de Madrid tuve claro que teníamos que transformar este espacio tan amplio y luminoso en un lugar íntimo, acogedor y que ofreciera muchos usos a sus dueños. Lo primero que tenía claro era que el tejadillo que asomaba en el centro del espacio iba a dividir en dos el conjunto, y que más que un estorbo o inconveniente era una buena oportunidad y nos iba a dar mucho juego! Esta es la primera parte de este antes y después de proyecto de paisajismo en un patio urbano.
A pesar de ser un patio interior, es un alivio es que las fachadas de los edificios que lo rodean se encuentren bastante alejadas, ya que no se da la sensación de que los vecinos te estén mirando de cerca. La visión de cielo abierto es un factor muy positivo en este patio y la orientación Este es favorable para que se inunde de sol por las mañanas y goce de la sombra del edificio durante las calurosas tardes de verano.
La zona más acogedora y de más uso será la más cercana a la vivienda. Queríamos ampliar el salón y la zona de estar creando otra habitación exterior, un porche cálido y amable donde pasar largas veladas, leer un libro en los sofás, recibir visitas, organizar comidas familiares o de amigos, e incluso trabajar con el ordenador.
Un buen truco o tip para separar zonas y ambientes en un jardín es utilizar diferentes materiales, colores o texturas en los suelos. De esta manera el ojo ya acota el espacio y la distribución de muebles, plantas y elementos se hace de manera más precisa y ordenada. Así que instalamos una tarima de madera sintética, que tiene en su composición un porcentaje de resinas de madera y otro porcentaje de PVC, haciéndolo completamente resistente a la intemperie. Es muy importante elegir una tarima de calidad ya que las que en su composición predomina el plástico o los materiales sintéticos se calentarán y deformarán antes que las que incluyen material orgánico. Son más baratas pero dan peor resultado.
Este era el estado en el que se encontraba la primera vez que lo vimos.
Lo primero que instalamos fue la tarima de madera sintética en la zona de salón o habitación exterior para aportar la calidez y el ambiente acogedor que queríamos para las reuniones sociales o las de descanso con el mobiliario adecuado. El nivel de la tarima condiciona las medidas de las jardineras de acero que van adosadas a los muros y que van a ocultar los bordillos de baldosín catalán naranja. Se nivela el suelo con un láser con listones de madera tratada. Encima se colocan los listones de tarima que se quedan perfectamente sujetos y alineados. El efecto de la tarima terminada es precioso y el cambio es notable.
Lo normal para separar ambientes también es utilizar pantallas vegetales para ocultar vistas, pero como no podíamos añadir mucho peso al forjado descartamos la idea de poner grandes jardineras con árboles y arbustos. En su lugar diseñamos una composición de celosías metálicas cubiertas de trepadoras para crear esas paredes, abriendo dos huecos para simular grandes ventanales y que la atmósfera fuera más permeable y abierta. Así también se puede «vislumbrar» la parte de atrás del patio sin perder el interés por ir a verlo.
Como podéis ver en las fotos, el tejado divide en dos el patio y reduce el paso de una zona a otra a dos pasillos estrechos. Después de mucho pensar, muchos bocetos y mucha búsqueda de inspiración en mis Garden Tours, se me ocurrió la idea de aprovecharlos y construir unos pequeños túneles de celosía y arcos, perfectos para crear esos canales de paso. Así también conseguía dar mayor estabilidad a la estructura metálica de las celosías. En mi opinión los arcos son ahora la clave de este patio.
Después vinieron las jardineras centrales y las celosías. Dejamos una parte de suelo nivelado con madera tratada pero sin tableros de tarima para colocar allí las jardineras muy bien ajustadas, y así nos ahorramos unos metros de tarima que nunca se iban a ver.
¿Qué os parece la distribución del patio? ¿Os gusta que hayamos creado dos espacios o ambientes diferenciados? ¿Qué me decís de los arcos? Espero que os esté gustando ya que todavía quedan muchas jardineras y muchos detalles que seguro que os sorprenden. ¡Os iremos informando!
También puedes ver aquí otro patio urbano que hicimos hace unos años en Madrid, (lo hicimos en dos fases, aquí puedes ver el resultado de la segunda fase) mucho más estrecho que este, con mucha madera y muchas plantas, que significó un gran cambio en la vida de sus clientes, para bien por supuesto!
Si queréis poneros en contacto conmigo para cualquier duda, consulta, petición de presupuestos o propuesta de paisajismo no dudéis en escribirme a isabelalguacil@gmail.com
Antes
Después – Fase I
Después – Fase II