En mi última visita a París pude disfrutar de uno de los parques más románticos y encantadores de la capital francesa. Repleta de jardines históricos majestuosos y de grandes dimensiones, a veces cuesta encontrar un rincón tranquilo donde poder descansar durante un día de turismo, y es por eso que Monceau Parc es uno de los lugares más frecuentados tanto por turistas de jardines, como yo, como por vecinos del lujoso barrio del distrito VIII para pasear, salir a correr o disfrutar de los árboles. Además es uno de los pocos jardines paisajistas de la ciudad, ¿te vienes a verlo?

El origen de estos jardines se remontan al siglo XVIII, en pleno barroco. En el año 1769, el duque de Chartres, futuro Duque de Orlenans, también llamado Monceau y de ahí que tomara su nombre, compró estos terrenos para celebrar fiestas privadas. Le encargó el proyecto al paisajista, pintor y escritor Louis Carmontelle que diseñó un gran jardín de estilo paisajista inglés, con grandes extensiones de praderas y zonas boscosas salpicadas de elementos esculturales y arquitectónicos, a modo de Ha-Ha (puntos de admiración intencionadamente provocados para dejar boquiabierto al visitante, técnica en la cual destacó el famoso paisajista inglés Lancelot ‘Capability’ Brown. Véase este artículo de Telegraph del 2016 en el que se conmemoran los 300 años del nacimiento del paisajista de paisajistas y se explican sus principales herramientas para impresionar al personal).

Se construyeron puentes, paseos y senderos, una pirámide, un molino de viento, la naumaquia (las columnas junto al estanque), una pagoda, y numerosas ruinas y esculturas. El jardín en sí parecía un decorado con elementos llamativos. En el siguiente cuadro podemos ver la representación de Carmontelle entregándole las llaves al Duque de Orleans.

En 1os años siguientes el jardinero escocés Thomas Blaikie realizó cambios para aumentar la superficie vegetal y más tarde se construyó la rotonda como entrada del parque y para disfrutar de las vistas del jardín. Tras la Revolución Francesa el parque pasó a manos del estado, sufriendo un gran deterioro. Casi un siglo después volvió a manos de sus antiguos dueños y tras la restauración realizada por los Orleans el estado lo volvió a comprar en 1860, año en que vendió la mitad de los terrenos a Pereire para su desarrollo urbanístico.

Este parque fue clave en la reestructuración de la ciudad llevada a cabo por Napoleón III, que ordenó a Haussmann  una nueva ciudad alrededor de los parques para que los parisinos pudieran tener una vida saludable. Es la época de construcción del parque cercano de Bois de Boulogne.

Durante el siglo XIX se realizaron los trabajos de vallado y de plantación de especies botánicas. Desde entonces este parque es el lugar de encuentro y descanso de los habitantes y las familias de ese lujoso distrito. Y como os digo, es paseo muy agradable donde destaco las hayas de la entrada.

Espero que disfrutéis de las fotos y del jardín.

Más información en la Asociación de Amigos de Monceau Parc.

 

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