En el post de hoy, y para despedir el año, quería enseñaros uno de los jardines que he podido visitar a lo largo de este año, y que es uno de mis jardines preferidos: los del Generalife de Granada. Lo lógico sería que empezara esta serie de entradas con la Alhambra, con su Alcazaba y Palacios Nazaríes, que son una maravilla, pero los jardines del Generalife me parece que están cuidados con tanto mimo que me resultan especiales. Se sitúan en una colina justo detrás de la Alhambra. Estuve allí este mes de diciembre, con tan mala suerte de que llovió sin parar todo el día. Las fotos salieron regular, pero es la mejor excusa para tener que volver a Granada, tierra de mis abuelos paternos y donde me encuentro como en casa.


Las
entradas para visitar la Alhambra y el Generalife se venden con bastante antelación, más de tres semanas, por lo que es una lotería que en diciembre te haga bueno. Así que más adelante haré otra visita y cruzo los dedos para que haga sol. Las podéis comprar a través del
Patronato de la Alhambra y Generalife o en las oficinas de La Caixa.
El siguiente plano del Generalife lo he tomado de la obra de Gallego y Burín que cito en la bibliografía. Si pincháis encima os lo podéis descargar en grande.
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El Generalife es un palacio-jardín, significa «excelso huerto» y se construyó entre el siglo XIII y XIV como edificio de recreo de los monarcas granadinos. Es el único palacio de verano que se conserva construido por los reyes nazaríes.
Tras la conquista de Granada por los Reyes Católicos pasó a manos musulmanas privadas durante el sitio de la ciudad y más tarde pertenecería a una familia genovesa los Grimaldi Palavicini, que hicieron obras en el Generalife dando aires italianos. Finalmente, tras un largo proceso de negociación, pasó a manos del Estado Español en 1921.
De proporciones perfectas, los edificios del Generalife son de ladrillo y teja y contrastan con la vegetación. Dos pabellones marcan los ejes del Patio del Riad, creado para gozo privado.. Arquitectura, vegetación y paisaje se funden en una sola unidad, al crearse canales de comunicación entre la intimidad del jardín y el panorama exterior. La estructura en paratas o en diferentes niveles sirve para aislar una vista de otra y para crear la pendiente suficiente para los canales descubiertos que llevan el agua a surtidores y acequias.



Lo que distingue a los jardines musulmanes de España de otros jardines musulmanes europeos es la importante existencia del agua. Según el Corán, el agua, en su claridad y pureza, es un símbolo del paraíso. Y es más, el jardín que se mantienen vivo por el agua se convierte en una parábola del paraíso alcanzado por el hombre en la Tierra. En el jardín musulmán, el agua es omnipresente, ya sea en forma de chorro que mana del caño de una fuente o de la calma majestuosa de una alberca.
Aquí al fondo se puede ver el Sacromonte y el barrio del Albaicín. La siguiente foto es de hace un par de años, con buen tiempo, y estaba precioso.
Este es el Patio del ciprés de la Sultana, hoy muerto, pero que sigue presente. Este patio es el máximo exponente de la utilización del agua en el Generalife; con el estanque en «U» y los múltiples surtidores el murmullo del agua es constante y en verano es de lo más fresco y agradable.
La construcción de escaleras de agua no son de tradición islámica, y se intuye que tengan su origen en las villas romanas de la península Ibérica, y que se copiara en el Generalife adaptándolo al sistema de riego.
Esta foto de la escalera de agua también es de hace unos años y con sol.
El acceso actual, a través de cipreses, se hizo a finales del siglo XIX. Más tarde, a mediados del siglo XX, donde antiguamente había tierra dedicada a huertas, se creó un anfiteatro para un festival internacional firmado por Francisco Prieto Moreno.

Este mes llevo un mega-retraso de entradas que no os podéis imaginar pero que poco a poco iré publicando. Os agradezco mucho vuestra paciencia y los comentarios tan bonitos que me seguís haciendo en todas las entradas del blog. El año que viene…. espero que todo vaya mejor ¡y más rápido!
Os deseo lo mejor para el 2013, que seáis muy felices y que lo paséis genial esta noche con todos vuestros seres queridos.
¡Feliz Año Nuevo y hasta el año que viene!
Isabel
Bibliografía:
Antonio Gallego y Burín. Granada. Guía artística e histórica de la ciudad. Fundación Rodríguez-Acosta. 1961
Carmen Añón, Mónica Luengo, Ana Luengo. Tesoros de España. Jardines artísiticos. Espasa Calpe. 2000.
Ehrenfried Kluckert. Grandes jardines de Europa. Könemann