De mi viaje a Nueva York a principios de otoño os traigo otro de los jardines que merece la pena visitar. El Jardín Botánico de Brooklyn es más pequeño que el Jardín Botánico de Nueva York, situado en el Bronx, pero es una preciosidad por su diseño, su didáctica y la selección de especies vegetales. Para mí, una visita muy recomendable.

Es un jardín de principios del siglo XX y se ha ido construyendo poco a poco. En 1915 el jardín japonés, más adelante la rocalla, el jardín Osborne, la explanada de cerezos Kanzan… gracias a donaciones fue formándose hasta convertirse en lo que podemos disfrutar hoy; varias zonas diferencias pero delicadamente concatenadas. Espero que os guste la visita.

Cómo llegar al Jardín Botánico de Brooklyn. Como su propio nombre indica este jardín se encuentra en el barrio de Brooklyn y es muy fácil llegar en metro. De hecho hay una parada de metro que se llama Botanic Garden. El ticket de entrada general son 12 dólares. A continuación el mapa del jardín.
Os pongo enlaces a las explicaciones de cada zona de la propia página del jardín para que disfrutéis de las curiosidades e historia de cada elemento.
Comenzamos por la entrada o Centro de Visitantes que da la bienvenida con varios paneles explicativos y una elaborada información para el interesado.
Salimos del cenro de visitantes y subimos a una ladera desde donde observamos la explanada de cerezos o Cherry Explanade  que en floración durante la primavera debe de ser un espectáculo.
Entramos en Osborne Garden, zona de pradera con pérgolas de Wisteria sinensis y mucha variedad de planta herbácea de flora.
Desde aquí bajamos al nivel inferior donde se desarrolla la mayor extensión del jardín. Entramos en la zona de Flora Nativa, una colección muy interesante muy bien recreada, donde pude encontrar la famosa Poison Ivy o Hiedra venenosa, que con sólo tocarla provoca una importante reacción alérgica bastante molesta. La conocí nada más llegar a Farifield, Connecticut, fue la primera advertencia que me dieron cuando salí del coche directa al jardín de la casa de mi hermana!
A continuación entramos en la Rosaleda o Rose Garden, con una magnífica selección de cultivares bien ordenada de la manera más clásica y cómo no, combinada con gramíneas como el Miscanthus.
Llegamos a una de las zonas que más me gustó por su trazado y su composición, la hexedra que remata la explanada de cerezos, con una planta arbustiva tapizante que no conocía y que ahora estoy deseando utilizarla en alguno de mis proyectos de jardín o terraza. Es la Vernonia lettermanni ‘Iron Butterfly’ y es ideal para borduras o en mezclas mediterráneas pues aguanta pleno sol y es poco exigente. Me gusta llevarme estas ideas de «descubrimientos de plantas» como recuerdo. Es la de floración fucsia de las fotos. ¿La conocíais?
Seguimos por el Bluebell Garden, con grandes ejemplares de árboles, que nos lleva al Rock Garden o jardín de roca, donde se puede apreciar de una bonita composición de plantitas de rocas, como la Euphorbia myrsinites, salpicadas de bulbosas o flores como la Anémona.
Chipmunk o Tamia  o ardilla rayada
No podía faltar una parte dedicada a la huerta o Herb Garden!
Por fin llegamos a los invernaderos o Pabellón Tropical, que están divididos en cuatro zonas climáticas. Me gustan mucho estas instalaciones y en España también tenemos muy buenos invernaderos de diferentes climatologías, como el Invernadero de Arganzuela, el del Jardín Botánico de Valencia o la el de Wisley Gardens en Surrey (uno de los pocos que no tiene puertas entre una zona y otra).
También desde los invernaderos se accede al Museo del Bonsai que es una maravilla.
Saliendo de los invernaderos y pasando por la cafetería llegamos al Lilly Pool Terrace o terraza de estanque de Lirios, que está rodeado por una bordura de plantas perennes muy bien explicadas. Es lo que se denomina como Perennial Garden.

Después subimos al Magnolia Plaza, con mucha variedad de magnolias de hoja caduca  que en primavera estarán preciosas.

Y por último pasé por la zona más didáctica y más estimulante para los sentidos, donde podías experimentar las cualidades de cada especie oliendo o tocando las plantas.

Faltaría el jardín japonés que es una maravilla y lo he dejado para el siguiente post.

¿Conocíais este jardín botánico? Espero que os esté gustando la visita y que os sirva para planificar vuestro viaje a Nueva York!

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